I
“Todo de mí”, Hernán Oliva, EL VIOLIN DEL JAZZ
Ella había pasado casi todo el domingo en la cama, agobiada por sus problemas. El había sido dado de alta el día anterior.
Ella se despertó una hora antes del mediodía. El ya llevaba más de cuatro horas en pie.
Ella no tenía ningún interés en levantarse. El estaba agradecido de poder volver al ruedo otra vez.
Ella debía esperar dos primaveras para cumplir los cincuenta. El ya portaba dos otoños por encima de los sesenta.
Ella aún tenía tres hijos que criar. El ya había criado a sus cinco hijos y era abuelo de seis tiernos críos.
Ella no padecía ninguna enfermedad, al menos que lo supiera. El llevaba más de dos años con un cáncer a cuestas.
Ella tenía muchas ganas de ausentarse. El únicamente peleaba por quedarse un tiempo más.
Ella desaprovechaba sus variadas oportunidades. El sólo esperaba una oportunidad más.
Ella desafiaba airadamente a la vida. El humildemente luchaba contra la muerte.
Ella se sentía incomprendida por su entorno más cercano. El sólo buscaba comprender lo que le estaba pasando.
Ella vivía archivando proyectos. El procuraba nada más seguir viviendo.
Ella solamente deseaba dormir. El esperaba poder despertarse al día siguiente.
Ella rezongaba por un día más. El suspiraba por un día menos.
Por la lucha de Jorge
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